martes, 10 de febrero de 2009

ESCUCHAR Y SABER ESCUCHAR


La habilidad de “saber escuchar” es más difícil de encontrar y desarrollar que la de ser “buen comunicador”, pero proporciona más autoridad e influencia que esta última, dicen los especialistas. Si usted es buen comunicador, pero no sabe escuchar, corre el riesgo de expresar en forma elocuente cosas que no le interesan a su interlocutor. Además, va a privarse de recibir informaciones y conocimientos que por otra vía no recibiría.

Según Robertson, todos pensamos que escuchar es importante, pero, ¿cuántos de nosotros lo hacemos bien? Me permito informar que sería raro encontrar uno entre cien altos ejecutivos que fuese, de verdad, un buen oyente. Mucha gente centra su atención en lo que va a decir después de que termine de hablar la otra persona. Ni siquiera intentan comprobar lo que creen haber oído, y mucho menos reconocer el tono o los matices emotivos. Se trata de errores fundamentales a la hora de emplear esta habilidad básica. Con independencia de los estudios que haya cursado o de su experiencia, usted debe aprender a escuchar.

En sus investigaciones sobre la Inteligencia Emocional, Goleman identificó El arte de saber escuchar entre las principales habilidades de las personas con altos niveles de inteligencia emocional. La considera como la primera de las aptitudes que determinan el manejo de las relaciones, lo que posibilita comprender a los demás, en lo que se incluye percibir sentimientos y perspectivas ajenas, e interesarse activamente por sus preocupaciones.




BENEFICIOS DE SABER ESCUCHAR

-Eleva la autoestima del que habla, pues le permite sentir que lo que dice es importante para el que lo escucha y, con esto, la comunicación y la interrelación se hacen más fluidas, respetuosas y agradables.

-Le permite al que escucha identificar intereses y sentimientos del que habla y, de esta forma, puede ser más efectivo en la comunicación con su interlocutor.

-Se reducen las potencialidades de conflictos por malas interpretaciones en las comunicaciones.

-Se aprende de los conocimientos y percepciones del otro.

-Amplia el marco de referencia, cultura e intereses del que escucha.

-El que escucha con atención, proyecta una imagen de respeto e inteligencia. Seguramente todos hemos escuchado la expresión “que inteligente es Fulano, con qué atención te escucha cuando le hablas”.

“LAS DIEZ COSTUMBRES NO PRODUCTIVAS MÁS PRACTICADAS CUANDO SE ESCUCHA” SEGÚN ROBERTSON


-Falta de interés sobre el tema. (No existen asuntos sin interés. Únicamente personas no interesadas).

-Fijarse demasiado en el exterior y descuidar el contenido.

-Interrumpir al que habla.

-Concentrarse en los detalles y perderse lo principal.

-Adaptarlo todo a una idea preconcebida.

-Mostrar una actitud corporal pasiva.

-Crear o tolerar distracciones.

-Prescindir de escuchar lo que resulta difícil.

-Permitir que las emociones bloqueen el mensaje.

-Ensoñaciones. (Ponerse a pensar en otra cosa, en lugar de concentrarse en lo que se escucha).


OBJETIVOS DEL ESCUCHAR

-Desarrollar buenos hábitos de comunicación interpersonales.

-Dar permisión a los demás cuando expongan un punto de vista o tópico que se esté hablando.

-Aumentar la confianza en la persona que habla o expone su opinión.















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